Adios o hasta luego mi gatito amado…
Tuve que que tomar, una vez más, una desición muy difícil: despedirme de tí mi querido Plasta y me duele, lo mismo que en la canción «algo se muere en el alma cuando un amigo se va»…Tu partida se lleva un trocito de la mía pero te vas a un sitio donde podrás respirar sin dificultad, sin los estornudos tremendos de tus bronquios tan enfermos. Correrás trepando el Arcos Iris de los animalitos felices y libres, lejos de la crueldad y los males de la humanidad, de las enfermedades ; allí te pondrás bueno y volverás para emprender una nueva evolución hasta que nos volvamos a reunir para siempre-jamás.
No te adopté yo sino que fuíste tú él que se hizo dueño de mí, insistiendo con un tesón tan convincente que al final cedí y no me arrepiento. De allí tu nombre Plasta, lo mismo te hubiese podido llamar pegamento, pesado o mi tercera pierna…jeje. Pero sé que no te sentó mal, tú mientrás estabas conmigo cualquier cosa te parecía bien.
En estos casi tres años luchamos ¿verdad que sí? para que te pongas bueno pero al final tuvímos que rendirnos a la evidencia: no tenías solución, cada día a parte de algunos de remisión tu enfermedad avanzaba haciéndote la existencia más dura. Nuestro Miguel el veterinario no me había engañado, no te curarías. Nunca te ví jugar ni marcharte en busca de novias… Aceptabas a Kafka-lina pero no respondías a sus ganas de juegos…
Cuando te encontré detrás del toldo de mi casa eras una pobre cosa sucia, pelada, terriblemente delgada y enferma, como ya estaban Selena e Iris, te lleve a que te hagan un reconocimiento; no entiendo mucho de las enfermedades gatunas y no quería que contagiases a mis dos nenas, hubiera sido peor el remedio que la enfermedad…Adquiríste un buen aspecto limpio y unos klgs pero nunca te movías de casa, como si tuvieses miedo de empeorar, máximo cuando hacía sol te echabas en el banco al lado de la puerta.
Te daba de comer aparte, como te faltaban dientes el pienso te resultaba harto penoso de comer, ¿te acuerdas cómo esperábamos estar solitos para que comieras tranquilo y parcimonioso? Las dos brujillas no tenían ningún miramiento contigo y te avallasaban por mucho que me enfadara, tú las dejabas sabiendo de antemano que no podías contra ellas. Siempre iba detrás tuyo con un panuelo de papel para limpiarte, me dejabas sabiendo que era por tu bien aunque a veces huías harto de que te frotase el morrito…Pero con la mirada de tus enormes ojos cargados de mensajes perdonaba tu rebeldía momentanea y natural, tú estabas harto de que te tocase aquella naricita tan sensible.
Pasabas las horas medio adormilado en el sofá o encaramado sobre mi hombro, te decía en broma que en vez de un gato parecías un loro y yo un pirata. Escuchaba tu respiración penosa y me daba mucha lástima pero cuesta mucho dar ciertos pasos…
Sé perfectamentamente que tuvíste mucha suerte de encontrarme y no es falta de humildad, otros te hubiesen botado sin más, los gatos sanos te hubieran apartado sin miramientos y hubieras padecido hambre, sed y soledad, miedo, frío… sin embargo pasámos una larga temporada juntos intercambiándonos amor y sólo es lo que cuenta de verdad, éste amor que nos hemos dado.
Creo, quiero creer que he tomado la desición correcta, por tí primero y por todos nosotros, no dejabas de ser un foco de infección y tu enfermedad no se podía curar ¿hasta cuándo hubieras ido malviviendo? Si me equivoqué, que el amor en su infinita sabiduría me perdone.
Seguirás en uno de los muchos rincones de mi corazón, tu recuerdo permanecerá al igual que los demás y puede que algún día nos reencontremos sin los lastres de nuestros sucesivos viajes y aprenderemos juntos a lo mejor, sin saber quien es quien…
Adios mi querido gatito parlanchín, que no me dejaba ni un momento, emitiendo estos sonidos de tu lenguaje gatuno, no tengas miedo ahora serás feliz. Yo sin embargo me quedo con tu pérdida, triste y meditosa…La vida, el aprender, la asimilación y la aceptación forman parte de nuestro karma pero tal como escribí ayer «el amor duele»
Seguro que ahora estás jugando y respirando a pleno pulmón en este hermoso puente del Arco Iris. No me olvides y sé feliz.