¿Oué esperamos de ésta vida? supongo que lo mismo que en las anteriores y las venideras… Buscamos no sé muy bien el qué, algun@s intentan paliar sus carencias con un consumismo desorbitado, pero ¿Puede un coche de alta gama suplir nuestra falta de compañía con quien emprender un lindo viaje? Si rodamos por las carreteras sin poder compartir las bellezas del paisaje, el viaje quedará vacío de interés. ¿Puede una casa confortable, con todos los lujos a nuestro alcance llenar nuestra soledad? Si no la podamos compartir con nuestros seres amados se quedará en una simple edificación sin el calor tan necesario para nuestra alma. Sí nos compramos ropa pero no tenemos a nadie para decirnos lo elegantes que estamos nuestros esfuerzos serán vanos… así vivimos la mayoría de las personas.
¿Tán difícil es ser medianamente feliz?
Otras personas optan por jugar a ser los típicos pasotas, los enterados enganchados a no sé qué creencias burlescas dignas de un sainete, por suerte o por desgracia la vida es una busqueda y no nos podemos el lujo de quedarnos estancados. La meta de nuestra estancia es buscar el Conocimiento y asimilarlo para LLEGAR y QUEDARNOS. Por desgracia nuestra siempre nos queda algo pendiente y ese algo nos hace retroceder. Y nacemos, aprendemos, queremos y creemos creer que estamos en el buen camino pero flaqueamos y nos toca la danza eterna del volver… Pasan los años, nuestros cuerpos se desgastan, nuestras almas se equivocan y vuelta a empezar. Pero si nos dominamos, dominaremos cualquier situación
Decidamos de una vez fijarnos en las pequeñeces de nuestra vida, dar gracias porque nos podemos levantar sin ayuda, rascarnos, ser autónomos, decidir nuestros actos…Y si queremos llorar, lloraremos sin nadie que nos seque las lágrimas, moquearemos solit@s, nos limpiaremos la nariz y seguiremos intentando crecer con lo que tenemos a mano, éstas pequeñas cosas que pasan inadvertidas pero que son el pilar de nuestro viaje actual. El ser humano tiene la mala costumbre de complicarse la vida, de buscar lo imposible sin intentar primero aprender a ver, no a mirar. El árbol no nos deja ver el bosque y no hacemos nada para solucionarlo, nos fijamos en cosas que por fuera nos maravillan pero no nos llenan y con esa actitud seguimos a la deriva. Acerquémonos a la naturaleza, a su escencia pura y encontraremos el camino del Conocimiento, ésta naturaleza llena de sabiduría, anscestral y eterna. Desde la parte alta de mi casa puedo admirar unos anochéceres imposibles de describir con palabras, es el momento idoneo de comulgar con el Universo, hay sitios no lejanos donde un@ se encuentra en contacto directo con el Hacedor…¿No nos llenarán más que viajar a una velocidad prohibida por una autopista monótona con un flamante vehículo ? Estamos embotando nuestro espíritu con bobadas fútiles que nos aprisionan. Parecemos esclavos a los cuales cortan el tendón de Áquiles para no escapar, somos los que salen de la famosa cueva de Platón, temerosos de lo que vamos a descubrir… ¿Porqué éste miedo a salir de nuestra prisión dorada?
Claro que nuestra vida presente es ardua, para luchar y aprender estamos aquí. La vida a medida que vamos creciendo es cada vez más dura, más abrupta, no sabemos casi nada pero seguimos adelante aprendiendo y con muchos momentos en que tiraríamos la toalla, nos transformamos en un boxeador cansado de recibir golpes… La vida nos enseña a pasar por múltiples situaciones: hoy lo tengo todo, mañana no tengo nada, ¿y qué? Fuera los apegos terrenales, la avaricia de poseer , cuando nos llegue la hora de partir no nos llevaremos nada más que lo que hemos aprendido. Todo lo demás se quedará en nada.
Hay que vivir el momento presente, utilizar nuestros cinco sentidos para disfrutar, nuestro corazón para amar y ser amad@, ser una persona buena que sepa ayudar y nuestro intelecto para saber aprender sobre la marcha, cada minuto es un tesoro. Y gozar con las maravillas que se nos regaló al nacer.
Me ha gustado mucho tu entrada Domi, hay que disfrutar de las cosas pequeñas, de esos anocheres que tienes el privilegio de ver, porque al fin y al cabo, como bien dices, no nos llevamos nada y solo quedan nuestras acciones.
Lo material, no llena los vacíos del alma!
Un abrazo de oso!
Con la experiencia de los años aprendemos a fijarnos en lo importante sin dejar por eso de disfrutar de la vida, sólo que lo hacemos de forma diferente.
Tú eres aún joven, llena tu vida de amor, cuando pase el tiempo te encontrarás más rica que un multimilionario.
Te devuelvo el abrazo amiga.
Siempre me ha resultado curiosa la expresion «esperar de la vida». Es como si digeramos «esperar del viento» o esperar del agua»… no se, es esperar una evidencia.
Atar las «esperanzas en la vida» a logros, competencias, ego al fin y al cabo no puede llevar a otro lugar que a la frustracion.
La vida «solo» nos puede ofrecer vida y me parece increible que le pidamos algo mas que normalmente le es totalmente ajeno al vivir.
Pero somos humanos y vivimos mediante procesos. No le podemos pedir a un recien nacido que nos explique el universo… aunque mirandoles con atencion sea bastante evidente que lo comprenden perfectamente.
Un beso enorme a las dos
En tu reflexión sobre el recién nacido te doy la razón, seguro que aún «se acuerda». Creo que si no esperamos, por ejemplo durante una época dura que venga la serenidad, o que nuestros logros nos ayuden a crecer, nuestra vida será vacía, la esperanza es lo último que se pierde. No podemos estancarnos e ir de pasotas.
Un fuerte abrazo.
Hola cariño.
Escuchate lo que escribes: «si no esperamos, por ejemplo durante una época dura que venga la serenidad, o que nuestros logros nos ayuden a crecer, nuestra vida será vacía».
No hablas tu, habla tu ego. Centralizar el contenido de la vida en que la proyeccion de nosotros mismos nos reporte un beneficio es algo tan artificial que solo al comprenderlo te recorre el escalofrio del miedo.
No me creo que un alma tan sensible como la tuya acepte tus palabras sin rechistar.
Un besazo