Ayer Laura, nuestra bendecida y bendita Laura y yo hablamos, no demasiado tiempo, aún está cansadita, pero Lúthien ha vuelto a su castillo con sus seres amados.
Muchos trances en éstos días pero ha regresado… Aún le quedan algunas sesiones de quimio, menos agresiva pero hay que matar el «bicho», dragón destructor y asesino. ¡Pobrecito dragoncito! No tiene ni idea contra quiénes se enfrenta, hace poco fue el día de San Miguel, su querido Berén se llama en nuestro mundo Jorge (otro matador de dragón), tiene que traspasar una barrera infranqueable de luz, energía y amor… Si fuese él me iría con el rabo entre las patitas a volar por allí repartiendo fuego pues llega el invierno y mucha gente no tiene con que calentarse.
Me contó sus aventuras en el hospital y una anécdota que he de contar, si me mata es igual pero es suculenta:
Su pobre barriguita llevaba unos treinta y pico de puntos de sutura, tan bien cosidos que estaban tan apretados y seguros que se habían resecado y el dolor era intenso al intentar quitárselos… En el ambulatorio le recomendaron volver a su cirujano para que se los quitase con anestesia.
Su querido Jorge que es veterinario le preguntó: ¿Confías en mí?
«Claro que sí» le contestó nuestra valiente princesa. Él se fue a una farmacia, compró una pomada que reblandeció los rebeldes puntos y se los quitó con destreza, amor y profesionalidad.
«Alguna lagrimita se me escapó me confesó pero me evité males mayores» y riéndonos añadió: «me sentí un poco perra…» Bueno, una anécdota más para contar a los nietos. Le recordé entre risas dolorosas (la cicatriz estira su dulce piel) que su carrera de estriptease había acabado antes de empezar…
Va creciéndole el pelo y la nueva quimio lo dejará en su cabecita. Mucha gracia no le hace su aspecto nuevo, ¡mujer al fin! pero la cosmética moderna hace milagros. No hace falta que explique cómo están todos, los cuatro patas incluídos, me decía que la gata practica con ella una lucha encarnizada por estar en su vientre (lo que saben estos bichitos…) pero he aquí las últimas noticias, no he querido esperar más para ser la mensajera de tanto bueno.
Me alegro tantísimo que sean tan alentadoras. Herman@s, ahora nos toca poner una vela, blanca para dar gracias. Sé que os van a gustar mis noticias, por si acaso sigamos pendientes de ella, estoy convencida que por poco tiempo. Pero el AMOR no tiene fecha de caducidad ¿Verdad que no? Por eso escribo con color VERDE, él de la ESPERANZA que junto al AMOR hace que nuestro mundo sea maravilloso.
¡¡Cuánto te quiero y qué ganas tengo de poder darte un abrazo en persona!! Ese verdor en tus letras florece en mi corazón, como la esperanza que nunca me abandona… ¡Gracias por tanto, hermanamiga del alma! ¡Ya no me quedan ni palabras! Pero tú me entiendes sin necesidad de ellas… ¿verdad? Abrazos y besos a mogollón…
Por cierto… me has dedicado una de mis canciones preferidas de todos los tiempos. ¡¡What a wonderful song!! 🙂 🙂 🙂
Y debo añadir, tras leer tu entrada anterior y sus comentarios, que suscribo por completo lo que dice nuestra Loe. Yo también siento que todas esas aparentes negatividades con las que vamos «tropezando» en la vida no son sólo «nuestras», porque, de alguna manera, la forma como las enfrentamos y solucionamos afecta a otr@s. No me refiero sólo a nuestro entorno familiar o más cercano… Voy más allá. Y nunca mejor dicho. Porque, probablemente, ha sido «mas allá», en otra dimensión o densidad, cuando teníamos otros cuerpos (energéticos), donde se planeó todo. Y no lo hicimos solos, sino con el asesoramiento de nuestro grupo álmico, nuestra familia o unión de procedencia. Creo que tal vez nuestros avances en este mundo, nuestras superaciones personales, tengan repercusión en el otro lado y representen algo así como puntos para conseguir un avance evolutivo grupal. Creo también que algun@s de ese grupo nos estamos reencontrando aquí, y eso posibilita nuestros objetivos.
A lo mejor resulta que esa necesidad de cooperación, esa capacidad para la empatía que experimentamos algun@s de nosotr@s, no es más que lo que los místicos han venido llamando «la vivencia del Todo» o «ser Uno con el universo»…
Lo que sí tengo claro es que me hace feliz saberos cerca, y que deseo seguir fluyendo en esta maravillosa sintonía grupal. Gracias, Domi, y gracias a tod@s por ayudarme a verlo así.
De dar gracias nada wapa, tu te lo mereces TODO.
Un gran abrazo a compartir.
Pensar que la herida de la pierna es solo de la pierna es tan absurdo como pensar que las tribulaciones de cualquiera de nosotros son solo nuestras. Mila y tú estáis sanando una parte de nosotros, asique…¿como no estar juntos en esto?.
Abrazo Riven y Domi.
Abrazos para ti también Loe, cuídate.