Como mi intención en este blog mío ha sido, es y será siempre no ofender a nadie ni que ninguna persona se de por aludida, me voy a poner yo como ejemplo.

Desde que comprendí la mecánica de internet, fuí buscando blogs y páginas que me pudiesen enseñar el verdadero camino y aprender, encontré y aprendí, en mis comentarios intento dar lo mejor de mí pero me doy cuenta que soy una hipócrita redomada: estoy hablando de conocimiento cuando no sé absolutamente nada, estoy hablando de equilibrio cuando mi mente se tambalea entre una alegría superficial y una profunda desesperanza, estoy hablando de amor cuando los unicos seres a quienes demostrar mis sentimientos verdaderos son 3 gatos…¿Patético verdad? es lo que hay…Es triste pensar que a mi edad me sienta como un deshecho, alguién que importa sólo a tres animales, que vive solo y que a pesar de los pesares no acepta su soledad. A veces me siento bien sola, otras daría la vida para tener una compañía que me hable o me abrace.  Ya sé que la convivencia no es un camino de rosas, somos seres individuales con nuestra libertad de propio derecho, a mí me funcionó durante 35 años que se dice pronto, con las consabidas peleas agridulces y las reconciliaciones inolvidables. Entonces llega la eterna pregunta ¿porqué a mí? Un sacerdote me contestó hace años: porque Dios te ama mucho. Pues yo no quiero que me ame tanto este Dios si sólo sabe machacarme, yo quiero que me evite dolor y zozobra porque el amor es proteger y mimar y abrazar consolando. Lo he tenido todo en la vida, conocí el amor de verdad pero nada es eterno…Puede que por eso no me pueda encontrar a mí misma

Todos queremos parecer el non plus ultra del equilibrio, de la felicidad y fardamos de bienes totalmente inútiles, es la coraza de los cobardes que no se atreven a mostrarse derrotados. ¿Y porqué no podemos ser sinceros una vez por todas? La vida es un juego de ajedrez, es una batalla y por mucho que nos empeñemos es jugar contra una inteligencia superior. Aquí estamos de alumnos y él que suspenda lo tiene fatal, gracias a los blogs elegidos (o que me eligieron a mí) he aprendido y muchísimo pero analizo con calma y me pierdo en un laberinto de dudas, preguntas sin respuestas andando a tientas sin alcanzar ninguna luz. A veces me ha parecido vislumbrar esta claridad pensando que ya porfin estoy en el buen camino pero al cabo de unos cuantos pasos me doy siempre cuenta que es un espejismo.

He leído desde muy joven sobre las religiones tomando y dejando ciertos conceptos; ahora están de moda las asiáticas y hay muchas facilidades para aprender a meditar, a relajarse y recargarnos de fuerza interior pero seguimos solos, buscando no sé muy bien el qué y con la misma soledad que hace miliones de años. Están los seres más allegados pero ellos también tienen sus historias, buenas y malas o sea que siempre estamos aislados estemos o no en grata compañía; me pregunto amenudo si no es debido a nuestra sociedad rodeada de confort y artefactos, muchos palian su malestar consumiendo sin conocimiento y puede que estén mucho peor que yo, rodeados de trastos de última generación que no les llena en absoluto, hay aún muchas cosas que no se pueden comprar, gracias a dios.

¿De dónde venimos, quiénes somos, dónde vamos? Las tres eternas preguntas con múltiples respuestas sin una basa demostrada…A mí lo que me preocupa es el presente, el pasito que tengo que dar ahora para no caer, el siguiente vendrá pero tampoco me importa demasiado.

«Sé tú mismo, el resto del mundo ya está en uso» frase de Oscar Wilde tan utilizada, pero ¿y si no estás conforme con serlo? Sinceramente creo que pocas personas lo están, hay un descontento interior generalizado que nos corroe el alma y no hablo de la actualidad poco alentadora sino de un estado anímico, el hastío se ha intalado confortablemente en nuestras vidas impidiéndonos realizarnos. Claro que no lo pregonamos a los cuatro vientos, nuestro ego no lo permite, hemos de aparentar una cierta felicidad cara a la galería o enseguida te tachan de autocompasivo como mínimo, sino te sueltan crudamente que estás en un equilibrio precario. Pero ¿quién está totalmente equilibrado?

Y llegas a la madurez cargado de ¿porqués? sin saber muy bien que caray haces aquí, sabes que has venido a cumplir una misión, a aprender para crecer pero no dejas de pensar si vale la pena y sobretodo si has hecho lo correcto.

Lo mejor entonces es quedarse quietecito, no romperse la cabeza y dejar que pase el tiempo, algún día tendremos las respuestas y si todo ha sido en vano tampoco se pierde mucho.